Fuente: eleconomista.es

  • El PMI manufacturero cae a 48 puntos, la lectura más baja en seis meses
  • Tanto la caída de la producción como la de los nuevos pedidos se mantuvieron
  • En el conjunto de la eurozona el dato ha sido el más bajo en 37 meses

El sector manufacturero español emite señales preocupantes al oscilar entre el estancamiento y la leve recesión. Así se desprende de los datos incluidos en el PMI (índice de gestores de compra) manufacturero de junio publicado este lunes. El índice bajó hasta los 48 puntos desde los 48,4 de mayo, según la encuesta de S&P Global y Hamburg Commercial Bank. Es la tercera lectura seguida en territorio de contracción de la actividad (menos de 50) y la más baja en lo que va de 2023.

La actividad manufacturera cerró el segundo trimestre del año en territorio de contracción en medio de nuevas señales de debilidad de la demanda. Tanto la caída de la producción como la de los nuevos pedidos se mantuvieron, y el ritmo de declive de los nuevos pedidos fue el más pronunciado desde enero pasado.

Las empresas respondieron a la menor carga de trabajo reajustando sus plantillas, que a su vez se tradujo en la primera caída de los niveles de empleo desde noviembre del año pasado. La demanda moderada también fue responsable de aliviar aún más las presiones de los costes. Los precios de los insumos cayeron al ritmo más pronunciado en más de tres años y los precios de venta volvieron a disminuir.

Las empresas encuestadas comentaron que la debilidad del sector observada a finales del segundo trimestre del año se debió a un empeoramiento del entorno de la demanda, hecho destacado por la tercera disminución consecutiva de los nuevos pedidos en junio. De hecho, la caída de las ventas en total fue sólida en general y la más pronunciada desde enero pasado.

Mientras tanto, la demanda externa ofreció poco apoyo, ya que los nuevos pedidos de exportación se contrajeron por decimosexto mes consecutivo y a un ritmo prácticamente igual que el récord de cinco meses registrado en mayo. Las tendencias menos favorables de la demanda se tradujeron en una segunda reducción consecutiva de la producción industrial en junio. No obstante, el ritmo de declive se mantuvo sin cambios con respecto al observado en mayo y, por lo tanto, permaneció solo marginal en general.

Los fabricantes respondieron a la caída sostenida de la producción reduciendo la compra de insumos por tercer mes consecutivo. De hecho, el ritmo de declive se aceleró por segundo mes consecutivo hasta alcanzar el ritmo más rápido desde enero pasado. Por lo tanto, los inventarios de insumos se contrajeron de nuevo y las empresas encuestadas a menudo mencionaron la preferencia por reducir las existencias de compras en línea con las carteras de pedidos débiles. Según los encuestados, la débil demanda de insumos significó que la disponibilidad de materiales en las unidades de los proveedores mejorara de nuevo. En consecuencia, los plazos medios de entrega se acortaron por cuarto mes consecutivo en junio y a un ritmo sólido en general. Por otra parte, las caídas sostenidas de la producción y los nuevos pedidos provocaron una nueva reducción de los niveles de empleo.

Accede a la información completa