- Hacienda endurece la tributación de los vehículos cedidos a empleados
La Agencia Tributaria fija nuevos criterios que reducen el tiempo contemplado en el criterio de disponibilidad para uso privado y, con ello, limitan el porcentaje de deducción en el IRPF y el IVA.
Novedades tributarias sobre la forma en que debe tributarse por los vehículos de uso mixto que las empresas ceden a sus empleados. La Agencia Tributaria detalla en una nota informativa nuevos criterios en la tributación por esta situación habitual en la que una empresa cede a un empleado un vehículo para su uso en sus labores profesionales, pero que también suele implicar su uso en el ámbito privado.
La Agencia Tributaria justifica el cambio de criterio porque «la cesión de vehículos a empleados por parte de sus empresas ha sido objeto de análisis recientemente por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la Audiencia Nacional (AN) y el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), lo que ha supuesto un cambio en alguno de los criterios de aplicación de las reglas que hasta esta nueva jurisprudencia y doctrina tenía en cuenta la Administración tributaria».
El principal cambio se encuentra en el denominado criterio de disponibilidad por uso privado -que tiene en cuenta el tiempo que el uso del vehículo se reparte entre el desempeño de la actividad laboral y su disponibilidad para uso privado por parte del trabajador-, y que es clave en el cálculo de la deducción aplicable por el vehículo tanto en el IRPF como en el IVA, al poder computarse únicamente el tiempo dedicado a la actividad profesional.
En lo relativo a la determinación de la carga de la prueba, tanto el TEAC como la AN han establecido que corresponde a la empresa acreditar la necesidad del uso del vehículo para el desempeño de la actividad laboral por parte del trabajador y que también corresponde al obligado tributario acreditar que el vehículo no está disponible para fines particulares.
Una vez probada la necesidad del vehículo para el desempeño de la actividad laboral y determinada la existencia de un uso particular, entra en juego el criterio de disponibilidad, sobre el que la AEAT apunta el criterio establecido por diversas sentencias de la AN y del TEAC, así como por consultas de la Dirección General de Tributos (DGT), y confirmados por el TJUE, señalando que deben considerarse los períodos en los que un bien se encuentra a disposición de las necesidades privadas de la persona que lo utiliza, bien sea el propio empresario o profesional, sus empleados o terceras personas, existiendo o no un uso efectivo del bien
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