Fuente: elEconomista

Sin sorpresas en los tipos. Tal y como se esperaba, el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), ha dejado este jueves sin tocar los tipos de interés, que permanecen en el 4,5%. Aunque el crecimiento titubea, la desinflación sigue presentando baches y el crecimiento salarial sigue siendo alto mientras que el mercado laboral se enfría pero no se hunde. El foco de atención ha sido, una vez más, la votación del Comité de Política Monetaria.

El saldo de votos en una u otra dirección se suele interpretar como pista del rumbo que seguirá en adelante el banco central. En esta ocasión ha sido de 8-1, con una abrumadora mayoría abogando por la pausa y solo un voto pidiendo un recorte de 25 puntos básicos. Con la expectativa de un recuento 7-2 y la posibilidad de un 6-3, la gran sorpresa la ha vuelto a dar Catherine MannEn febrero, la considerada halcón sorprendió a propios y extraños pasando de apoyar una pausa a votar por un recorte de 50 puntos básicos, el doble de lo habitual. Este giro se interpretó en un sentido más dovish de lo que el propio BoE telegrafía y la libra se hundió. Mann justificó ese repentino cambio en que había riesgo de caídas «no lineales» en el empleo. Ahora, cuando todo el mundo la esperaba en la facción de los recortes, Mann vuelve al bando hawkish.

Pero el repliegue no ha sido solo de Mann. La sempiterna paloma Swati Dhingra ha votado por un recorte de 25 puntos básicos en detrimento del de 50 que apoyó en febrero. Asimismo, dos de los responsables de la fijación de tipos que habían apoyado la reducción de los costes del endeudamiento en reuniones anteriores -el vicegobernador Dave Ramsden y Alan Taylor– han votado a favor de mantener los tipos. La última vez que el BoE mantuvo los tipos sin cambios, en diciembre, tres miembros votaron a favor de un recorte consecutivo, situándose Taylor y Ramsden al lado Dhingra. Ahora, se han pasado al bando de un recorte de tipos cada dos reuniones.

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