Fuente: elEconomista

  • España se situaría por encima de la media de los países del euro y la UE
  • La Comisión corrige a la baja las proyecciones de la economía alemana, que se contraerá un 0,4%
  • El Ejecutivo comunitario llama la atención sobre la elevada insolvencia empresarial en España

La economía española cerrará el ejercicio en mejor forma de lo esperado. La Comisión Europea ha elevado este lunes sus estimaciones de crecimiento para el 2023 al 2,2%, frente el 1,9% que había proyectado en sus previsiones de primavera en mayo. Unos cálculos que, por otro lado, rebajan la expansión del PIB español en 2024 al 1,9%.

El avance del 2,2% del PIB español este ejercicio se sitúa, además, por encima de la media de la zona euro y de la UE que crecerán un 0,8% este año, tres décimas menos de lo previsto por Bruselas para los países del euro antes del verano y dos décimas menos en el caso de los Veintisiete.

Sin embargo, la Comisión Europea ha rebajado, en sus previsiones de verano hechas públicas este lunes, sus expectativas para 2024. Corrige una décima a la baja la expansión del PIB español, que cerrará en el 1,9%. Por encima, de nuevo, de la media de los países del euro, que crecerán un 1,3% y de la UE, cuya economía avanzará un 1,4%.

En rueda de prensa, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha puesto de relieve que, pese a la buena marcha de la economía española en la primera mitad del año, se prevé que la expansión económica sea más moderada en el segundo semestre del año.

«El debilitamiento de la actividad económica previsto hacia finales de año se prolongará, al menos, en el primer semestre de 2024», ha explicado Gentiloni.

Contracción de la economía alemana

La española es la economía con mejores perspectivas entre las grandes del euro. La deriva del PIB alemán no es tan optimista. Bruselas proyecta que la mayor economía del euro registrará un retroceso del 0,4% este año, seis décimas menos de lo que estimaba en mayo, para luego crecer un 1,1% en 2024, lo que suponen tres décimas menos que en los cálculos anteriores.

La economía alemana atraviesa ciertas turbulencias, lo que se traducirá en un retroceso del PIB por retos estructurales como los altos precios de la energía o el impacto que la guerra de Ucrania ha tenido en su economía. No obstante, Gentiloni considera que «el consumo doméstico, la demanda interna y el poder adquisitivo de los ciudadanos podría mejorar en los próximos meses y llevar a Alemania de nuevo a la trayectoria del crecimiento».

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